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2008
de educación (en vista de que tan importante aliado
ya no estaría presente) o tomar el riesgo de seguir
adelante (y asumir las posibles consecuencias).
Desde la dirección del Politécnico, y con la firme
intención de cumplir con el propósito de la institución,
se decide seguir adelante y mantener el proyecto
tal y como estaba planeado desde un principio.
Tuvimos la valentía de perseverar en este proyecto,
aunque su éxito no estuviera garantizado.
Bajo el nombre de ‘Educación Distribuida’, los nuevos
programas empiezan a ofrecerse en todo el territorio
nacional. Esta denominación se le dio porque la idea era
‘distribuir’ el acceso a la educación de manera equitativa
para todos los estudiantes del país, en aras de aportar a la
reducción de la desigualdad y fomentar el progreso de las
regiones; estas premisas se mantienen hasta el día de hoy.
Con el inicio en firme de la ‘Educación Distribuida’,
pensamos en la creación de los Centros de
Servicio Universitario (CSU). Los primeros se
ubicaron en Anapoima, Barranquilla, Cúcuta
y Bogotá (en la localidad de Suba).
En el primer semestre de apertura de los programas
se matricularon 350 estudiantes, una respuesta
muy positiva teniendo en cuenta que esta nueva
propuesta apenas estaba comenzando.
Los CSU nacieron como ‘embajadores’ del Politécnico,
sedes físicas en las que los estudiantes pudieran hacer
uso de equipos de cómputo y conectarse desde allí a
las clases. En estos lugares se instalaron las primeras
antenas satelitales, y los estudiantes llegaban a los
CSU para ver algunas ‘teleclases’ presenciales.
L
os
C
entros de
S
ervicio
U
niversitario
son
la representación
del
P
olitécnico
en varios municipios
y ciudades de
C
olombia
.